Este ha sido el título del 2º panel de la Master Class previa a la 16 conferencia de la EAPC celebrada en Madrid y organizada por Mas-consulting. En él participaron Ramón Salaverría, Sebastián Muriel, y Mario Tascón, cuyas exposiciones me han dado pie a las siguientes reflexiones personales y en clave de gobernanza democrática. Influencias del Instituto de Gobernanza Democrática.
Ramón Salaverría nos explicó varios de los cambios que ha supuesto el mundo digital para la comunicación en general y la política en particular. Cabe destacar que los medios de comunicación han tenido una posición relevante, casi de exclusividad, a la hora de generar opinión pública y en el mundo digital, este monopolio se ha venido abajo. La opinión pública, con mayúsculas, se está distanciando de la opinión publicada.
Existe una agenda, al margen de la oficial, en la que los ciudadanos pueden buscar información de su interés, sin contar con los medios de comunicación tradicionales. La gente tiene sus propias preferencias y tiene alternativas a los medios para buscar información relevante.
Hay otros elementos que han venido a incrementar la libertad del ciudadano a la hora de informarse. Ya no es necesaria la presencia en un determinado espacio físico para comunicarse e internet, gracias a los móviles, se ha convertido en un concepto ambiental que nos puede acompañar a todas partes.
Asimismo, los ritmos y los tiempos han cambiado y lo han hecho en dos sentidos opuestos. De una parte asistimos a una aceleración que raya la inmediatez (twitter,…), a la vez que el pasado está al alcance de un click en los buscadores (google,…). Finalmente, la hipertextualidad permite al usuario ir hilando su propio discurso, sin necesidad de leer el total del contenido puesto a su alcance.
Todo ello parece garantizar el contraste de opiniones en cualquier momento y lugar. Pero eso no es garantía de que ocurra. Tenemos más herramientas que nunca para la reflexión, sin embargo, sigue siendo necesario un cierto grado de disciplina para contrarrestar la tendencia natural a leer y dar por bueno todo aquello que nos da la razón.
Sebastián Muriel nos comentó que no son realmente nuevas reglas del juego. Es el propio juego el que es nuevo. Empresas como Telefónica, lanzaban un nuevo producto y tenían que enseñar a los usuarios como utilizarlos, para que estos, a su vez, modificasen sus hábitos. Ahora es justamente al revés: los productos se hacen a la medida de los hábitos de los usuarios.
A su vez, vivimos una época en la que el tiempo de atención es un bien muy escaso y que se dedica cada vez más a saber lo que ocurre en tiempo real. No hay tiempo para el análisis y todo se ha convertido en una red de confianza, donde el gran reto es conseguir información que sea relevante, de personas reales y en el momento adecuado. Estamos ante procesos de priorización que no están basados en el contraste real y reflexivo de la información a nuestro alcance, sino en la credibilidad de nuestra fuente. “Cosas del directo”, que dirían los profesionales de la televisión.
Existe otro factor que la universalidad del mundo digital nos puede impedir apreciarlo. Internet es una experiencia social, que puede ser planetaria, pero en la que el aspecto local es muy importante. No ocurre dentro, nada que no esté ocurriendo realmente fuera. La gente y las cosas de nuestro entorno local, siguen siendo las que más nos importan.
Mario Tascón nos ha hablado de varios de los mitos que nos impiden ver lo que está pasando (“las redes sociales son algo de los adolescentes”, etc…). Estando de acuerdo con lo que dice y cómo lo dice, hay un mito que me resisto a creer que no sea verdad: “Esto es lo mismo que hasta ahora, lo diferente es la tecnología”. La explicación que da es buena: “Estamos atrapados por conceptos antiguos a la hora de denominar cosas nuevas y eso nos puede llevar a creer que es los mismo, cuando no es exactamente así.”
La metáfora, la analogía, la comparación con algo conocido, es el mecanismo por el cual somos capaces de aprender nuevas cosas. No me queda otra que darle la razón: todo cambia y por lo tanto es nuevo. Sin embargo, sigo pensando que hay algo común y esencial entre las redes sociales digitales, y las redes sociales que ya existían antes de internet. Porque, haberlas, las había.
Otro elemento a valorar, es el riesgo de conocer antes las reacciones ante un hecho, que el propio hecho. Esto no es nuevo para los medios de comunicación tradicionales, donde en demasiadas ocasiones se ha publicado una reacción ante unas declaraciones, sin llegar a publicarse las mismas, ni antes ni después. Lo novedoso es la generalización del mismo en las redes sociales, con lo que ello puede suponer.
Termino con una cita de Vicente Verdú, mencionada por Mario Tascón: “Creíamos que la gente quería escuchar y hemos descubierto con sorpresa, que lo que quiere es hablar”. Me temo que, por lo tanto, se trata de aprender a escucharles.